En las últimas semanas sino meses, seguro has escuchado conceptos nuevos como son web3, blockchain, NFTs o metaverso… ¿Qué significan?
Con la llegada de Bitcoin a finales del año 2008, se empezó el cambio de paradigma que implica pasar de una web2 a una web3. Del internet de la información, al internet del valor.
¿Y qué implica este cambio? Pues implicaciones hay varias, empecemos por el principio…
¿Qué es la web 2.0?
Hace unos años vivimos algo parecido con la introducción del concepto web 2.0 para denominar a todos los nuevos sitios web dinámicos y responsivos que estaban apareciendo a raíz de la adopción de los dispositivos móviles.
El concepto web2 fue introducido por O’Reilly y otros autores durantes los años 1999 y 2004. Principalmente sirvió para distinguir el cambio que supuso pasar de páginas web informativas y estáticas a otras dinámicas y con contenido generado por la misma comunidad.
Tres fueron los elementos de innovación que llevaron a este primer cambio de una web 1.0 a la 2.0: los dispositivos móviles (celulares), las redes sociales y la nube.
A raíz de la migración de una web primitiva y púramente informativa, aparecieron nuevos formatos y canales como son el blogging, los podcasts, redes sociales, curación y votación del contenido, etc.
¿Qué es la web 3.0?
El concepto web3 fue originalmente introducido en 2006 por el periodista John Markoff, en The New York Times.
La web3, sin embargo, hace referencia a las aplicaciones descentralizadas que se alojan y funcionan en la blockchain. Los usuarios pueden interactuar con estas dApps sin permiso, sin terceros y sin tener que brindar información personal, eso es, a través únicamente de una billetera web.
Además, la tokenización de activos a través de la tecnología blockchain, como hemos visto anteriormente, ha permitido que realmente poseamos activos digitales como nunca antes hemos hecho.
Ahora puedes invertir en arte digital sabiendo el verdadero creador de la pieza, pudiendo confirmar su autenticidad en la cadena de bloques; y con la posibilidad de venderlo en cualquier momento a precio del mercado P2P.
Y lo mismo para los juegos play to earn, los dominios descentralizados, el dinero digital o los servicios descentralizados que operan en la red, bajo contratos inteligentes y sin intermediario alguno.
La evolución de internet parece ser acumulativa, permitiéndonos cada vez una mayor immersión, mayor participación y ahora, creando verdadero valor digital para todos los participantes.
La web3 es además una respuesta a los problemas que acarreaba la web2 y las grandes empresas que ésta representa. Como los gigantes de las redes sociales, que se han convertido en canales de influencia y que sirven principalmente a los intereses de los anunciates que invirten en éstas.
La censura, la falta de privacidad o la incapacidad de poseer nada digitalmente, pueden ser factores claros del porqué hemos llegado hasta aquí.
Al igual que con la web2 teníamos 3 elementos de innovación que impulsaron esta nueva narrativa de internet; en la web3, estas serían las características que la definirían:
- Webs semánticas: A diferencia de las estáticas (web1) o las dinámicas (web2). La forma de conectar los datos a tiempo real, a través de la búsqueda y análisis de la información.
- Descentralización: Una experiencia a otro nivel, sin necesidad de aprobación por parte de una autoridad central.
- Valor: Como mencionamos anteriormente, la tecnología blockchain y la tokenización nos abre las puertas a un concepto sin precedentes: el internet del valor.
- 3D: La irrupción de nuevas tecnologías como la realidad aumentada (AR), realidad virtual (VR) o la explosión de los videojuegos en la última década, pone a los espacios tridimensionales como un nuevo canal muy a tener en cuenta y que revolucionará la forma en la que vivimos internet, o más bien, el metaverso.
Bitcoin, blockchain y NFTs
La historia de la blockchain y las criptomonedas, arranca propiamente con Bitcoin, la creación de Satoshi Nakamoto en 2008.
Bitcoin es la primera red de pagos P2P que funciona de manera descentralizada a través de su propia criptodivisa, BTC.
Bitcoin, sin embargo, es limitada en sus capacidades, pese a que su función en el mundo es clara.
No fue hasta la llegada de Ethereum, la red descentralizada creada por Vitalik Buterin, que se desató el potencial de la blockchain, a través de los contratos inteligentes y las posteriores aplicaciones descentralizadas.
El paso de los años ha dejado entrever muchos de los casos de uso tanto para los activos digitales tokenizados (criptomonedas, tokens y NFTs), como para los servicios descentralizados alojados en la cadena de bloques; sin embargo, ésto es solo el principio…
Bitcoin es el internet del dinero, del mismo modo que la blockchain supone el verdadero internet del valor y el paso a la web 3.0.
Con la web 3.0, ya no necesitas usar un email y contraseña o brindar los datos de tus canales sociales para participar en la web. Tu dirección de tu billetera o wallet de criptomonedas es todo lo que necesitas.
Sin permiso, sin fronteras, sin terceros y sin confianza.
El metaverso
Algunas personas por eso, opinan que la web3 va un paso más allá y no se limita a traer valor a los usuarios. El cambio de la web 2 a la web 3 es dimensional, de un plano bidimensional, a otro 3D.
Y eso, como sabrás, está representado por el concepto metaverso; aquellos espacios tridimensionales y experiencias inmersivas que aúnan tecnologías como la realidad virtual (VR) o la realidad aumentada (AR).
El cambio de la empresa Facebook con su rebranding a Meta, significó la aceptación de este cambió para las interacciones sociales en internet.
Así que sea como sea, contamos con dos nuevos conceptos propios del siglo XXI y la esfera digital que marcaran la tendencia de los años porvenir. ¿Crees que metaverso y web3 son equivalentes o no tienen relación?