La palabra NFT, viene de las siglas en inglés: Non Fungible Tokens. El concepto hace referencia justamente a todo el conjunto de tokens en la blockchain que no son fungibles, valga la redundancia.
A diferencia de una criptomoneda o un token fungible, los no fungibles (NFT) son aquellos que no se pueden dividir o sumar entre ellos. Cada NFT es único, raro y por ende, susceptible a tener valor.
Y… ¿Para qué se puede utilizar un NFT? ¿Cómo funcionan los Tokens No Fungibles? y ¿Cuáles son los mejores proyectos en la industria hoy en día?
Bien, empecemos respondiendo a la pregunta…
¿Token fungible o no fungible?
Seguramente tendrás en el radár algunos juegos de cartas coleccionables como Magic: The Gathering, o Pokémon, o los coleccionables de cartas de deportes como el baseball o el fútbol.
La carta Black Lotus, en MTG por ejemplo, suele alcanzar récords ventas año tras año, destacando en algunos medios especializados; y el 2020 resultó ser un boom para los Charizard del JCC de Pokémon.
Que existan trozos de cartón con un valor por encima de los USD $500,000 en el mercado secundario, no es fortuito. Existe un valor en esos objetos u activos; y éste viene dado ya sea por su escasez, la oferta y la demanda, la exclusividad, etc.
El punto es que este fenómeno que hemos vivido en estos últimos 20 años, no había ocurrido jamás en la esfera digital, con internet; porque este concepto de valor tampoco está implicito en los activos digitales.
Sin embargo con la tecnología blockchain todo esto ha cambiado. Y no lo digo yo, el mercado habla por sí mismo; y te lo voy a mostrar…
Cryptokitties: gatitos virtuales por $60k
Los Cryptokitties son problamente el primer ejemplo de activos digitales tokenizados que alcanzó la popularidad en los medios tras algunas ventas que superaron los USD $60,000 por allá en 2017.
Los Cryptokitties son un proyecto de coleccionables digitales, que se pueden criar para obtener versiones raras y especiales.
Fue uno de los pioneros en su clase, junto a Cryptopunks, una serie de 10,000 avatares pixelados generados de forma aleatoria y entregados de forma gratuita a la comunidad.
Estos activos, como estarás imaginando, son tokens; pero a diferencia de los tokens en Ethereum por ejemplo, como son LINK (Chainlink), MANA (Decentraland) o SAND (The Sandbox Game)… en los cryptokitties y cryptopunks, cada token es único, raro e indivisible.
Los tokens fungibles como LINK o TETHER son iguales entre ellos, cada unidad tiene el mismo valor; y tanto puedes tener 1 LINK como 0,35 LINK ya que se pueden partir y sumar entre ellos, son fungibles.
Estas características, aunque a primera vista no parezca mucho, permiten un sinfín de funcionalidades y aplicaciones nuevas de la tecnología blockchain en la esfera digital.
Activos digitales tokenizados
Un NFT o token no fungible puede ser una pieza de coleccionable o criptoarte, como puede ser un activo de un videojuego que has ganado con esfuerzo y dedicación.
Pero no solo eso, si nos ponemos a pensar, un NFT puede ser la representación digital de cualquier activo de la realidad, físico como los bienes raíces; o intangibles como el tiempo…
De nuevo, tener un activo digital en una red descentralizada o blockchain te permite:
- Conocer el origen emisor del token u activo (explorador de la cadena de bloques).
- Verificar la propiedad de un NFT en la billetera de alguien.
- Transferir valor sin problemas de doble gasto, sin confianza y con seguridad.
Los tokens no fungibles pueden tener valor, como pueden no tenerlo; al final es como cualquier pieza de colección; si el activo es muy raro y muy poca gente lo tiene; aunque muchos son los que lo desean, se volverá un activo valioso.
Las aplicaciones para los tokens no fungibles son muchas. Éstas son las más conocidas:
Arte digital:
Para los artistas, el criptoarte abre todo un nuevo horizonte para el arte y la creatividad digital. Proteger los derechos de autor, recibir regalías, demostrar la autoría de una obra… todos estos problemas se solventan tokenizando las obras.
Además el artista ya no necesita pasar por una galería o intermediario para exponer y vender sus creaciones.
Coleccionables:
Como en el caso de los cryptokitties, los NFT puedes ser puros coleccionables; como los son las cartas de baseball clásicas o las cartas de juegos coleccionables como Magic: The Gathering o Pokémon.
Si en la vida real las cartas físicas se pueden perder o echar a perder; lo mismo puede ocurrir con los tokens, que puedes enviar por error a direcciones no deseadas u olvidar tus palabras semilla de tu wallet.
Videojuegos:
Probablemente la industria a la que más sentido hace aplicar elementos de la tecnología blockchain: los videojuegos.
En los juegos blockchain, NFT y play to earn se puede tokenizar cualquier activo: tierras (LAND), objetos, avatares, la economía, prendas y armamento… experiencias… absolutamente todo.
Mundos virtuales:
Del mismo modo, los mundos de realidad virtual son como redes sociales en 3D. Como en los juegos, todos los activos son tokenizables; y de hecho, que lo sean permite una economía real para sus usuarios, creando verdaderas oportunidades de rentabilidad.
Activos físicos:
Los activos del mundo real físico (IRL) también son tokenizables; de hecho los NFT son representaciones digitales de cualquier activo, respaldados por contratos en la blockchain. Al fin y al cabo puede ser una capa más de seguridad y autoría sobre activos varios. A estos activos se les conoce por Real World Assets o RWA.
Acceso:
Un NFT, al igual que un token fungible, puede brindarte acceso o beneficios por simplemente poseerlo. Eso se debe a que toda la información de la cadena de bloques es pública y se puede conocer las billeteras que holdean un activo.
Eso abre las posibilidades de qué se puede hacer con un NFT, en temas como son las membrerías, los tickets o boletos tokenizados o las DAO, las Organizaciones Autónomas Descentralizadas.
Identidad:
Finalmente, los tokens no fungibles pueden ser empleados para asegurar la identidad y evitar riesgos innecesarios y potenciales peligros. Todos tenemos atributos únicos sobre nosotros mismos, que van desde nuestra apariencia hasta nuestras calificaciones educativas e historiales médicos.
Los NFT podrían digitalizar todo esto y darnos un mayor control sobre nuestros datos.
